domingo, 14 de septiembre de 2008

Al contexto Sud-americano: La Contraotredad

Adecuando el término de otredad al contexto latinoamericano, específicamente en Sudamérica, podríamos comprobar la existencia de un proceso que conceptualizamos como Contraotredad, que habla básicamente del proceso opuesto al que hemos mencionado anteriormente. De esta manera encontramos, a diferencia de lo que sucede entre EEUU y México, una frontera que se inserta dentro de un contexto diferente, que posee ciertas características las cuales se conjugan para finalmente llegar a unificar territorios y a la vez potenciándolos de manera que se generan procesos sinergéticos dentro de los mismos, conformando una sola entidad territorial. Por lo tanto, se crea un área fronteriza nueva, diferente al límite administrativo, pero que esta potenciado por este ultimo; un área limítrofe que contiene dentro de su territorio un sin número de variables que son homogéneas y finalmente llegan a dar forma a lo que podría denominarse como “Frontera Integradora”, es decir, que no separan ni diferencian, sino que reúnen culturas o territorios que actualmente son diferentes, pero que tienen el elemento en común que se sienten fuera de la realidad de su propio país, producto de una serie de consecuencia que van de la mano con la realidad en la que se encuentran, como por ejemplo, distancia con el centro urbano mayor, poca conectividad, dureza del medio físico y geográfico, entre otras. Esto genera una especie de complicidad entre las ciudades limítrofes, supliendo de esta manera las necesidades que ambas tienen de generar potencialidades, generando finalmente todo tipo de relaciones y en especial un fuerte intercambio comercial y potenciación con otras localidades. Tenemos que entender por otro lado, que para que exista un sentimiento de Contraotredad, obligatoriamente tiene que haber uno de otredad dentro de la sociedad fronteriza, producto de que tiene que haber un sentimiento de sentirse parte de una minoría o de constituir un “otro” respecto al resto del territorio; en este caso el “otro” sería la frontera. En relación a esto reforzamos la teoría de que exista una complicidad entre los territorios fronterizos, producto de este sentimiento de sentirse no integrado al resto de la sociedad, ya que ambos ven más cercano al contexto en el cual están insertos y a su realidad cultural su territorio fronterizo opuesto, el frente territorial contrario. Por esta razón es que estos territorios fronterizos son propensos a generar fenómenos de hibridación, en donde se conjugan elementos que son diferentes, propios de cada territorio, pero que a la vez se van relacionando e integrando; sus arraigos culturales o históricos se van complementando, desde su condición original; su cultura madre se comienza a reestructurar, sin embargo continúa existiendo, aunque de forma alterada pero sin perder su base por lo que los elementos se conjugan armónicamente (como el caso del altiplano chileno, argentino y boliviano).

De acuerdo a este concepto, entendemos que el relación de complejidad que hay entre los territorios fronterizo es algo necesario para lo existencia de estos mismo, por lo que genera un sentimiento de territorialidad dentro del área y especie de “amistad” entre localidad, cosa que se contrapone muchas veces con la tensión geopolítica proveniente de los estados que están a la cabeza de estas localidad. Desde este punto de vista ¿Es conveniente para el estado que exista esta relación de complicidad y Contraotredad dentro de territorios fronterizas? Y por otro lado ¿es medible este concepto de Contraotredad en términos cualitativos y cuantitativos?

Comenten. Hasta la próxima.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

La otredad como concepto aproximador a la frontera latinoamericana

Sentirse participe de una minoría, es un proceso que implica una serie de consecuencias tanto dentro del individuo como de la sociedad, ejemplo que asocia Octavio Paz al concepto de Otredad, pero ¿Podemos caracterizar una sociedad en base a este termino?. Según este concepto antropológico, el individuo manifiesta la necesidad de buscar “lo perdido”, un complemento que no encuentra en la realidad en la que se inserta relacionado con su identidad cultural; podemos observar el crecimiento de un sentimiento altamente nacionalista por parte de los inmigrantes, que tiene como consecuencia la aparición de grupos separados de su contexto social inmediato[1]. De esta manera, podemos encontrar una serie de claves o convencionalismos que definen frontera, así tomando el caso de la otredad, citada fuertemente por Paz, implica efectivamente la existencia de una frontera restrictiva.


Limites impuestos por la otredad.

El gran instinto humano y motor-gestor de su comportamiento tanto individual como colectivo, es siempre tener la tendencia de seguir hacia lugares en donde se tenga una mejor calidad de vida, pero ¿Qué es la otredad?. El término, es un tanto restrictivo que parte de lo singular a lo colectivo, partiendo de la base de que el individuo se relaciona con el medio de manera discriminatoria y con un fuerte sentimiento de alejamiento ante la sociedad y su realidad inmediata. Pasa principalmente ante minorías sociales que tienen un fuerte arraigo con su entorno de origen y su realidad histórica lo que genera contrastes culturales que marcan la diferencia entre unos y otros a pesar de vivir en el mismo territorio.[2]



Debido a esto es que se crean barreras tangibles o abstractas, dependiendo de la política de cada país o región y de cuanto abarca el sentimiento de bienestar. Consecuentemente debido a la geografía de cada lugar, se ubican localidades en ciertos puntos que se encuentran cerca de alguna frontera político-administrativa y que tienen un enorme roce con otras localidades pertenecientes a otras culturas o países. En ese sentido las fronteras, entre las personas, se vuelven aisladoras, restrictivas y discriminadoras por la gran diferencia que hay entre las culturas adyacentes. Por ende, se genera una especie de parasitismo dentro de esta pseudo sinergia generada por la proximidad de las localidades.

La frontera, ese imaginario propuesto y fundamentados por nosotros en base a la otredad, ha servido para separar culturas y generar conflictos, aquella que durante toda la historia ha sido causa de problemas que han derivado en guerras, aquella que solo hace separar más a las personas que profesan ideas similares.

Ejemplos y Reflexiones finales.

Un ejemplo tangible de la otredad es la realidad que sucede en EEUU y Mexico en donde encontramos un serie de ciudades conurbadas y por ende una gran inmigracion dentro de estas mismas, claro es el ejemplo de San Diego y Tijuana. Sin embargo, y tomando en cuenta esta realidad, hay un gran sentimiento de nacionalismo de parte de los mexicanos residentes en los Estados Unidos, por que se acrecienta la brecha relacional con respecto a estas dos culturas, es decir, hay un sentimiento claro de sentirse parte de la minoria, algo totalmente ejemplicador del concepto otredad.

Exportando este concepto al contexto sudamericano ¿Podemos aplicar este concepto a nuestra realidad?, ¿Que sucede en nuestras fronteras?, en el caso contrario ¿Podriamos acuñar el termino contraotredad para nuestra realidad?. Comenten.






[1] Flores, Ociel. OCTAVIO PAZ: La otredad, el amor y la poesia. Razon y palabra, Primera revista Electronica en Aemerica Latina. Especializada en topicos de Comunicación. Número 15, Año 4, Agosto - Octubre 1999. Disponible de World Wide Web: http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/n15/oflores15.html

[2] Guglielmi, Flavio Iván. Construcción de la otredad en la filosofía contemporánea. [en línea]. Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2006. Disponible de World Wide Web: http://www.unne.edu.ar/Web/cyt/cyt2006/02-Humanidades/2006-H-032.pdf